lunes, 31 de agosto de 2009

septiembre




Por fin llegó septiembre,
La vida vuelve a la normalidad,
De nosotros dependerá
Que nos vaya bien o mal.
Volvemos a la rutina de la vida,
Pero con alegría,
Por las vacaciones vividas,
Y también, porque sabemos
Que si el destino no lo impide,
En un año, más o menos,
Volveremos a gozar
De otro período de vacaciones y paz.
A la rutina volvemos,
Viviremos el día a día,
Nuestro trabajo nos espera,
No lo debemos hacer esperar,
Porque…, la cosa,
Ya sabemos que está muy mal.
Vuelven las obligaciones,
Madrugar todas las jornadas,
Preparar los niños para el colegio,
Primero desayunar,
Luego cogemos el coche,
Los dejamos en la puerta,
Y al trabajo, hasta la tarde.
A la casa volveremos
Cuando ya esté anocheciendo.
Y, tras pasar la noche durmiendo,
A la siguiente mañana,
Volveremos a empezar
Con la rutina diaria,
Esa que el stress nos da,
Y así pasaremos,
Todas, todas las jornadas,
Excepto el fin de semana,
Que muy rápido pasará,
Y cuando éste termine,
Volveremos a empezar,
Y así pasaremos un año,
Hasta el que viene, quizá,
Y si el destino nos deja,
Podremos volver a disfrutar
De otro período vacacional,
Que nos volverá a relajar,
Para más tarde empezar
Otro año…, similar,
Al anterior y el que viene.
Y así la vida va pasando,
Y si se altera lo dicho,
Es que algo anormal hay en ella,
Porque si la vida se altera
Todo lo manifestado
Ha sido cosa banal,
Porque el destino…,
Es que manda y ordena
En nuestras vidas,
Desde el principio
Hasta el final.


viernes, 28 de agosto de 2009

Sola




Dicen que la soledad
Solo llega con la muerte,
Pero yo creo que mienten,
Porque a mi la soledad
Me llega cuando no estás.
La soledad está conmigo
Desde que me dejaste,
Cuando estoy lejos de ti
Estoy sola….,
Pero me siento feliz,
Porque tu presencia me da solo,
Dolor, lágrimas y llanto,
Por eso…,
Aunque te quiero tanto,
Prefiero estar con la soledad,
Y como ya estoy con ella,
Cuando me llegue la muerte,
Con ella no vendrá,
Porque desde que tu te fuiste
La soledad es mi compañera,
Por eso, aunque quiera,
A la muerte no acompañará,
Porque ya estará conmigo,
Y no me abandonará.



miércoles, 26 de agosto de 2009

Celos




¿Qué son los celos?
Un martirio,
¿Para el que lo siente?,
No, para los dos,
Los celos matan el amor,
Si no hay confianza,
No existe el cariño,
Porque la desconfianza
Termina…,
Matando el amor,
Y si el amor muere,
Con él se lleva la felicidad,
Que sin ellos,
Se hubiera podido alcanzar.



sábado, 22 de agosto de 2009

Las cosas de mi pandilla




Estos días, revolviendo los papeles, de mi época juvenil, me he encontrado con la primera poesía que compuse, hace muchos años, cuando yo tenía una pandilla genial, éramos muchos, chicos y chicas, y juntos salíamos, y nos divertíamos, íbamos a bailar y a disfrutar, siempre juntos, como una piña, era fenomenal, eran otros tiempos, mejores que los actuales, entonces la juventud era más responsable, nos queríamos, y juntos, muy bien lo pasábamos, y los chicos, nos cuidaban y hacían que nos respetaran, nos protegían tanto del mal como del bien, con ellos al lado, no podíamos coquetear, y, así, nadie se nos acercaba, eran como guardaespaldas, de todos nos aislaban, y claro ésta, con esta muralla humana, no podíamos ni ligar, ni coquetear, aunque quisiéramos con otros no podíamos bailar, no nos dejaban respirar, pero buenos amigos eran, eran geniales, con ellos, las chicas, seguras estábamos, tan seguras, que no nos podíamos coscar.
En esta pandilla, teníamos un costumbre singular, por Navidad, hacíamos un juego, llamado de los compadres, chico con chica, sacábamos un papel con el nombre del que nuestro compadre o comadre había de ser, y después, nos escribíamos un poesía, dedicando, cada cual, a la pareja que le tocaba, en la nos decíamos todo lo que se podía.
Ya voy a pasar a transcribir, tanto la poesía que mi compadre me dedicó, así como la yo a él le dediqué, a ver cual de las dos os gusta más, paso a hacerlo con premura, y después me contestáis, si queréis, si os han gustado estas poesías de mis recuerdos de juventud, ya que la mía, por ser la primera que he compuesto, es desconocida, para todos, menos para el compadre que en aquella Navidad me tocó, y la de él, tampoco es conocida, sólo por mí, que la he guardado estos años con cariño e ilusión.
Del compadre a la comadre:
Poesía estropajosa a una niña nerviosa

Un estropajo te regalo
Mi intención no es ofender,
Más si tú te ofendes
Refriégate con él.
Aunque a veces tienes tus defectos
Cuando se te hinchan las narices,
Te pareces a un esperpento.
Es muy fina y muy delgada
Se me figura un fideo,
Y cuando la veo de lado
De tanta risa me meo.
Que son tus ojos de día
Al igual que una lechuza en la noche,
Por eso cuando me miras
Se me figuran los focos de un coche.
Al igual que Don Quijote
Eres también muy locuela,
Y cuando hablas de alguien
Lo pones como una habichuela.
A bailar tú me enseñaste
Y yo muy poco aprendía,
Y cuando algún paso dabas
Mi píe encima te caía.
Eres muy chica muy simpática
La mejor de la pandilla,
Que cuando entras en una habitación
Alumbras como una bombilla.
Demófila no te ofendas,
Pues yo no he querido ofenderte,
Pues lo hago con buena intención
Marbella, enero 1964

De la Comadre al compadre:
Poesía bromista, para un compadre motorista

Para subir al albergue
Esta moto emplearás,
Pero no la de tu padre
Que se puede estropear.
Con esa pequeña moto
Muchos caminos puedes recorrer,
La motito encima tuya,
No lo hagas al revés.
Y como estás constipado
Y en la moto el viento da,
Súbete en la pequeñita
Que nada te va a pasar.
Esta moto que es de arcilla
No se puede estropear,
Y si te vas a Sevilla
Con ella puedes viajar.
Y si el camino recorres
Acompañado de ella,
Recuerda que tu comadre
Te la regaló en Marbella.
Marbella, enero 1964.


miércoles, 19 de agosto de 2009

La expresión escrita



Escribir en prosa, escribir poesías, escribir en prosa-rimada, ¿Qué mas da?, en realidad cuando hablamos rimamos, hay frases en nuestros diálogos que riman una y otra vez, si decimos “ven a comer” y tu dices “voy después”, hemos rimado, ya ves, si queremos volver a rimar, lo volvemos a probar, “yo ya no te llamo más, pues no te levantas jamás”, y si continuamos hablando, podemos seguir rimando.
Escribir una poesía, es cosa de poetas, no es un trabajo banal, hay que rimar, una y otra vez, hasta que la poesía acabe, las rimas no has de dejar de poner.
Si escribimos en prosa, contaremos nuestras cosas, si riman o no, no nos ha de importar, hemos de escribir como hablamos, en un tono coloquial, y empezamos, vamos a contar de verdad algo de nuestras vivencias, mis pensamientos sabréis, lo más profundo que siento, y como habéis comprobado, es mi pueblo, el ideal, es mi Marbella, la hermosa, la que mis años ha visto pasar, me ve desde que nací, aquí me ha visto crecer, pasar mis años, uno a uno, hasta llegar a mi actualidad, pero por mucho he pasado, hasta que he llegado aquí, ha pasado tiempo desde que llegué a este mundo, he crecido…, como tantos, con mas penas que alegrías, pero eso me ha dado más valentía para hacer frente a la vida, que por cierto, no me ha tratado muy bien, he pasado muchas penas, para llegar donde estoy, ahora, me siento más plena, estoy llena de amor, el amor me da alegría, la alegría felicidad, la felicidad me dice que nunca jamás volveré a llorar.
Al pasado no quiero volver, yo no quiero recordar las tristeza ni las penas, no debemos evocar lo que nos pueda apenar, no debemos volver a vivir un pasado que no está, que solo está en nuestras mentes, hay que estar muy seguros de que el pasado superaremos, aunque en él pensemos, pero no regresaremos a esa época de nuestras vidas, hemos de llegar al futuro, que nos espera, pero antes hemos de pasar el presente, que nos acoge en su momento y su hora, y a él nos ayuda a llegar, viviremos las etapas de nuestras vidas pasándolas de una a una, sin saltarnos ninguna, porque no podemos, ya que debemos respetar los turnos que la vida tiene, el pasado, el presente y el futuro, y después de éste, nos llegará el momento final, en el que nuestra alma se irá volando hacía las alturas, y nuestro cuerpo volverá a sus orígenes, de donde procede volverá.
De todo esto se puede deducir, que la prosa, la poesía, la prosa-rimada, es igual, lo que debemos es expresar lo que sentimos, comunicarnos con todos en general, aunque unos nos entiendan bien y otros nos entiendan mal, pero nosotros seguiremos con nuestros textos, sea cual sea la manera de expresarnos, la cosa es comunicarnos entre nosotros, y comentarnos, para saber lo que piensan de nosotros los demás.



jueves, 13 de agosto de 2009

El amor de ella



Te quiero hermosa
Eres bella cual la rosa,
Sin espinas que te dañen
Las sonrisas de tus labios,
Suaves como las caricias
Del halo que a ti te invade
Y te envuelve…,
Cual envoltura inseparable
De tu alma y de tu cuerpo,
Caricias que te devuelven
Otros labios amorosos,
Que uniéndose a los tuyos
Dan su amor con alegría,
Para hacerte muy feliz,
Más feliz, si cabe,
Cada día…,
Y ese amor interminable,
El que sientes en tu alma
Te será correspondido
Con el corazón..,
Del que tú amas.


lunes, 10 de agosto de 2009

Nosotras , las mujeres




Nosotras las mujeres no enamoramos

De los hombres que nos hieren,

No queremos el buen amor

De los hombres que no dañan nuestro corazón,

Pues casi nunca sabemos…,

Lo que queremos.

Si un hombre nos hace daño

Lo queremos…,

Sin saber si lo merece,

Porque en nuestra locura

Nunca tenemos la cordura

De conocer el cariño

Del que ese hombre carece,

Y aunque lo sabemos

Nuestro amor…,

Le devolvemos con creces.

Si el corazón le prestamos,

Él nunca nos lo devuelve,

Porque quiere que le demos

El corazón para siempre,

Y nosotras, pobres ilusas,

Confiando en él seguimos,

Y todo le consentimos,

Todo, hasta la falta de cariño.

Si no es tierno, lo queremos,

Si no es cariñoso, también,

Y toda la vida seguimos

Compartiéndola con él.

Aunque no se lo merezca,

Pues nunca nos damos cuenta

Que la vida estamos perdiendo,

Que el tiempo está corriendo,

Que lo perdemos…,

Que la vida se nos va,

Y que junto a ese hombre ingrato,

Nunca…, nunca,

Podremos volver atrás.

Pero si atrás volvemos,

Si podemos recuperar,

El tiempo que con él perdimos,

Lo que debemos pensar

Es que a otro hombre,

Que no se parezca a él,

A éste que no nos quiso

Es al que debemos querer,

Debemos aceptar sus mimos,

Sus besos, sus zalamerías,

Su vida y su alegría,

Con él volveremos a la vida,

Volveremos a ser felices,

No lloraremos jamás,

Puesto que él sabrá

Tratarnos con gran amor,

Y así comprenderemos,

Y pronto a llegar sabremos,

Que un amor es de los dos,

Porque el amor que no besa,

Que no acaricia ni cuida,

Es que no aprecia tu belleza,

Ni por dentro ni por fuera,

Por dentro porque no alcanza,

Por fuera porque no mira,

Y al final de nuestra vida,

Tan solo recordaremos,

El amor que nos dio

El que más tarde…,

A nuestra vida llegó,

Y esta será la experiencia,

Para nunca más querer,

Al que no tiene conciencia


viernes, 7 de agosto de 2009




Ahora, quiero repetir esta entrada, le doy gracias a la vida por haberme dado esta prima, que tanto me quiso, y a la que yo tanto quise, y sigo queriendo, y es momento de alegría para mi saber, que está en el cielo, que es en el paraíso donde debe estar, por sus buenas virtudes, por el amor que ha repartido, por el que nos ha dejado, y porque sé que desde el allí nos estará mirando, y sabrá cuanto la echamos de menos, en esta vida, que puede ser un calvario, y mucho más, si ella no está, pero sé, que nos ayudará esté donde esté, porque nunca, nunca…, nos abandonará, y por nosotros velará.

Hay que dar gracias por vivir, la vida es la primera maestra que tenemos, debemos darle gracias, por todo, lo bueno y lo malo que nos da, todo pasa, lo malo parece que tarda más en pasar, y lo bueno, parece que tarda menos, pero las dos cosas pasan, y las dos sirven para enseñarnos a enfrentar lo que en nuestro camino nos vamos a encontrar.
En la vida, hay períodos de bondad, y otros de maldad, los primeros debemos afrontar con entereza y serenidad, eso nos ayudará a pasarlos y a enfrentarnos a esos males que nos llegarán, pero, que más tarde o más temprano, deben pasar, pues los males, según dice el refrán, no duran cien años, y si lo llegan a durar, no habrá cuerpo que lo resista, pues así es, como dice el refrán, si cien años llegan a durar, pues…, creo que nuestro cuerpo no lo aguantará, porque ya estará, en su ultima morada, y seguro, que en ésta, ninguno se tendrá, porque a ella no llegan, porque no pueden, o…, porque no nos enteraremos de su llegada, ya que muy tranquilos y como dormidos estaremos.
Y pasamos a lo períodos buenos, éstos, llegan y se van, como los demás, cuando llegan contentos nos ponemos, pero a veces no sabemos aprovecharlos, pues enseguida pensamos que no es normal, que todo tan bien va, que no durará mucho, que lo malo llegará, cuando menos lo pensemos, y esto nos llevará a no disfrutar de estos momentos de felicidad, porque siempre estamos a la defensiva, y con esto solo conseguiremos volver para atrás, y así nos va, que nunca sabremos disfrutar de estos momentos de gozo y paz.
Y así la vida pasará, por eso debemos pensar que en esta vida, todo es natural, lo malo y lo bueno, todo debe pasar, y ambas cosas nos deben enseñar, y como experiencia nos debe servir, para aprender de esta gran maestra que la naturaleza nos da, ya que todo lo que nos pase lo debemos aprovechar, para saber, que aquí, en este mundo, estamos para reír y cantar, pero también para sufrir y llorar, y que todo…, todo lo que pasemos, redundará en nuestro bienestar, y que cuando acabe, tanto lo malo como lo bueno, nos sentiremos más plenos, y habremos aprendido a reír y a llorar, pero también sabremos lo que son las penas y la felicidad, y así, al fin, encontraremos, nuestro camino, y que a la vida, nuestra maestra natural, gracias le debemos dar.
Por eso, si llegamos la vida a entender, y de ella aprender, seguro que conseguiremos pasar antes los períodos malos, y, que los buenos, tarden más en pasar, para al fin, con mucha alegría y paz, conseguir la felicidad, que siempre nos acompañará, y hasta el fin de nuestros días, a nuestro lado estará.



martes, 4 de agosto de 2009




Acabo de enterarme de la muerte de una prima mía, hago esta entrada, a un día de la anterior, que después repondré, porque la alegría de la vida de la que en ella hablaba, no está ahora en mi corazón, que llora de dolor, y quiero rendirle homenaje, ahora, cuando vamos a despedirla, a su ultima morada, y hasta allí llevaré, mi llanto y mi amor, por ella, la mejor.

Estoy llorando de pena, pero no debo llorar, de pena…, no, debo llorar de alegría, porque una prima mía, ha sido llamada por Dios a hacerle compañía, en el cielo tiene que estar, era pura bondad, era pura alegría, para mí, más que prima era hermana y madre a la vez, yo con ella me crié, me ayudo en mis buenos momentos, y en los malos también, en ella encontré cobijo, cuando las cosas iban mal, en mi casa, en mi hogar, a veces, no iban como debían, pero ella, estas cosas, ayudaba a pasarlas, con su amor, con su apoyo, y con su entereza, siempre estaba pendiente de todo lo que pasaba, a todos nos conocía, conocía todos los secretos de mi familia, con nosotros estaba siempre, pendiente de todos nuestros pesares, nos ayudaba a enfrentarlos, pues, siempre estaba pendiente, y ella nos defendía, cuando en nuestras vidas, los senderos se torcían, nos ayudaba a pasarlos, con ella los enderezábamos, y al fin, siempre llegábamos, con su apoyo y con su ayuda, a pasarlos, hasta el otro día, en que todo comenzaba de nuevo, y ella estaba en su sitio, para ayudarnos y llevarnos de la mano, hacía otra lucha, lucha que no terminaba, pues nunca finalizaba, era una lucha cotidiana, pero ella, que lo sabía, luchaba por nosotros, conmigo y con mis hermanos, y su lucha, siempre ganaba, pues nada le daba miedo, era fuerte, era hermosa, era gloriosa, y con esas facultades, con las que Dios le premió, no puede sino ir a su busca, cobijarse bajo su manto, y desde allí, seguro,,,, que nos ve, y nos defiende como antes, aunque nuestras vidas han cambiado, otro camino han tomado, no tan tortuoso como en el pasado, porque ella nos ha enseñando, a caminar sin tropiezos, por el camino de la vida, al que su fin ha llegado, para ella…, esta prima que yo tanto estoy llorando, pero, como he dicho antes, más que prima era hermana y madre a la vez, y además de eso amiga.
A mi prima, a esa hermana que Dios me ha dado, seguiré llorando, aunque el tiempo irá pasando, y ese llanto amainará, pero su recuerdo, el recuerdo que en mi alma llevo, ese nunca se borrará, nunca verá su final, la llevo en mi corazón, mi alma triste está por ella, el alma que quiere unirse, a la que el cielo se llevó, pero.., que tendrá que esperar, a su hora y su momento, y, será entonces, cuando.., la veré, será como un ángel, ya que ha sembrado su camino, el suyo y el de todos a los que quería, y a todos ha ayudado, a todos ha cobijado, y su premio al fin ha tenido, en el cielo, con su Dios, al que tanto veneró, y al que le pido, con mi corazón lleno de dolor, que la acoja, y que en su gloría esté, junto a Él, porque merece la gloria, merece en el cielo estar, y desde allí, nos verá, y…, será feliz porque comprobará, que desde aquí la añoramos, pero que también la amamos, que nunca la olvidaremos, y que sabemos agradecer, todo lo que en su vida por nosotros hizo, y mucho más que todo eso, la echaremos mucho de menos.
Y ya para terminar, solo decir, que esta prima, mucho sufrió hasta la muerte, su agonía mucho duró, pero que sé, que aunque comunicarse no podía, no nos dejo de querer, pues aunque su boca no hablaba, con la mirada todo lo decía, y nos hacía llegar, su amor, pero a mí me entristecía, no poder hablar con ella, que supiera que la quiero, que la he querido, y que siempre la querré, que aunque el cielo se la ha llevado, hasta ella llegaré, y ella y yo en unión estaremos, ya que con certeza sé, que, esté donde esté, nunca nos dejará de querer.


lunes, 3 de agosto de 2009

gracias a la vida





Hay que dar gracias por vivir, la vida es la primera maestra que tenemos, debemos darle gracias, por todo, lo bueno y lo malo que nos da, todo pasa, lo malo parece que tarda más en pasar, y lo bueno, parece que tarda menos, pero las dos cosas pasan, y las dos sirven para enseñarnos a enfrentar lo que en nuestro camino nos vamos a encontrar.
En la vida, hay períodos de bondad, y otros de maldad, los primeros debemos afrontar con entereza y serenidad, eso nos ayudará a pasarlos y a enfrentarnos a esos males que nos llegarán, pero, que más tarde o más temprano, deben pasar, pues los males, según dice el refrán, no duran cien años, y si lo llegan a durar, no habrá cuerpo que lo resista, pues así es, como dice el refrán, si cien años llegan a durar, pues…, creo que nuestro cuerpo no lo aguantará, porque ya estará, en su ultima morada, y seguro, que en ésta, ninguno se tendrá, porque a ella no llegan, porque no pueden, o…, porque no nos enteraremos de su llegada, ya que muy tranquilos y como dormidos estaremos.
Y pasamos a lo períodos buenos, éstos, llegan y se van, como los demás, cuando llegan contentos nos ponemos, pero a veces no sabemos aprovecharlos, pues enseguida pensamos que no es normal, que todo tan bien va, que no durará mucho, que lo malo llegará, cuando menos lo pensemos, y esto nos llevará a no disfrutar de estos momentos de felicidad, porque siempre estamos a la defensiva, y con esto solo conseguiremos volver para atrás, y así nos va, que nunca sabremos disfrutar de estos momentos de gozo y paz.
Y así la vida pasará, por eso debemos pensar que en esta vida, todo es natural, lo malo y lo bueno, todo debe pasar, y ambas cosas nos deben enseñar, y como experiencia nos debe servir, para aprender de esta gran maestra que la naturaleza nos da, ya que todo lo que nos pase lo debemos aprovechar, para saber, que aquí, en este mundo, estamos para reír y cantar, pero también para sufrir y llorar, y que todo…, todo lo que pasemos, redundará en nuestro bienestar, y que cuando acabe, tanto lo malo como lo bueno, nos sentiremos más plenos, y habremos aprendido a reír y a llorar, pero también sabremos lo que son las penas y la felicidad, y así, al fin, encontraremos, nuestro camino, y que a la vida, nuestra maestra natural, gracias le debemos dar.
Por eso, si llegamos la vida a entender, y de ella aprender, seguro que conseguiremos pasar antes los períodos malos, y, que los buenos, tarden más en pasar, para al fin, con mucha alegría y paz, conseguir la felicidad, que siempre nos acompañará, y hasta el fin de nuestros días, a nuestro lado estará.