domingo, 25 de junio de 2017

Junio es mi mes





Como sabréis, si habéis leído mi perfil
Nací un 16 de junio,
Este he cumplido setenta y uno;
El día 12, me llevaron al Altar,
Este año hace 44 años que me dirigí hacía él,
Muy bien acompañada, por el amor que escogí;
El día 15, hizo 46 años que comencé a trabajar,
En el Excmo. Ayuntamiento de mi Ciudad,
El día 10 de junio de dos mil diez
Me prejubile…,
Hace tiempo he saltado el muro del trabajo,
He pasado al lado de los prejubilados.
Pero no pienso abandonar mi actividad
.
Mi sindicato, aunque pequeño,
Muy cerca de los trabajadores está,
Y puede sus problemas solucionar
Porque no tiene responsabilidad alguna a nivel nacional.
Al ser un Sindica Local
Sólo tiene actividad en nuestra Ciudad,
Fui elegida por mis compañeros
Para Secretaría de la  Junta de Personal
En él estuve hasta que prejubilé
Hasta el  día 10 de junio de dos mi diez.

Cuando me concedieron la prejubilación
Al otro lado del muro pasé,
Me he dedicado  estos años
A descansar, ir a playa en verano
Salir a cenar o tomar un helado,
Y en invierno…,
Escribir en mi ordenador,
Pasear por el Paseo Marítimo 
De nuestra bonita ciudad
Y cuando llueve en mi casita
Haciendo cosas, calentita y tranquila.

Y así sigue mi vida
Tranquila y feliz
En el día a día
Esperando con alegría
Un nuevo amanecer
Soleado y brillante
Para irme a la playa
A tomar el sol
Y ponerme morenita


viernes, 16 de junio de 2017

Maldita palabra





Ella estaba pensando
¿Qué me pasa?,
¿Por qué no lo alcanzo?.
Pensaba y pensaba
Y no encontraba explicación
A lo que le pasaba.

Pensaba, mi mal no tiene remedio,
Parece que me hubiese muerto,
Cuando estoy con él en la cama,
Cuando me acaricia con sus manos
Mi piel por todo el cuerpo, suavemente,
Cuando me posee con todo su amor,
Cuando me coge entre sus brazos cariñosamente,
¡No siento nada!...,
Me siento quieta y fría, como una estatua.
Aunque finjo muy bien,
Hace tiempo que lo hago,
No quiero que él
Crea que no siento nada.
Cuando hacemos el amor.
Mi corazón esta muerto,
Dicen que esto se llama frigidez,
¡Maldita palabra!,
Que no deja sentir lo que quiere mi cuerpo
Ni lo que desea mi alma.